El presente artículo hace un análisis sobre la evolución y trayectoria
de Adolfo Suárez en el periodo de la Transición, centrándose y a través del
discurso político utilizado.
El proceso de transición hacia la democracia estuvo marcado
por la personalidad de Suárez e hizo posible el entendimiento y el consenso entre
las distintas fuerzas políticas. Fue capaz de llevar a cabo una reforma
política y de diseñar un nuevo modelo de estado habiendo evolucionado
ideológicamente desde la doctrina falangista donde se formó y trabajó.
Llevó a cabo una apuesta política opuesta al inmovilismo de
una parte de los sectores del régimen, supo conseguir el apoyo de otras
familias franquistas y logró atraerse a las fuerzas de izquierda emplazadas en
la ilegalidad.
Su proyecto de Ley para la Reforma Política fue un éxito,
así como la legalización de los partidos políticos y los acuerdos económicos,
Pactos de la Moncloa.
Otro triunfo de Suárez fue la creación de un gran partido de
centro, la UCD que aglutinaría a liberales, socialdemócratas y
demócratas-cristianos aunque no tendría un ideario propio y estaría siempre
rodeado de tensiones entre los diversos grupos. Realmente fue el partido del
gobierno, escogido por la monarquía.
Fue nombrado presidente del gobierno por Juan Carlos en el
verano de 1976 tras la dimisión de Arias Navarro y representó la nueva
aspiración aperturista del monarca, la reforma y la política trazada por el
rey. Era el político ideal por su flexibilidad y ambición para llevar a cabo
las propuestas necesarias para que partiendo de la legalidad franquista se
pudiera llegar a la democracia.
La elección de Suárez como presidente del gobierno
sorprendió a todos ya que se trataba de un político de segunda fila y los que
se creía llamados para el cargo eran políticos mejor situados como Fraga o
Areilza pero Suárez representaba lo que la corona pretendía en esos momentos.
Su primera intervención a través de la televisión sería
precisamente de reconocimiento para hacer cómplice del proyecto a toda la
sociedad. La televisión iba a ser a partir de ahora su gran aliada, Suárez fue
ante todo un político mediático que aprovechó este medio de comunicación a
diferencia de sus adversarios como Fraga. De esa manera Suarez da a conocer en
televisión el mensaje diseñado por la corona y se gana a la audiencia
controlando perfectamente el medio.
El primer paso hacia la democratización sería la
presentación de la Ley de Reforma Política y su posterior aprobación por
mayoría de la cámara. A la vez, el proyecto diseñado por el rey llevado a cabo
por el gobierno debió mantener contactos con líderes de la izquierda, todavía
en la ilegalidad. Tras la aprobación de la Ley, el discurso ante las cámaras
pretendía la complicidad de la sociedad.
Este empeño por involucrar al pueblo como parte del proyecto
llevará a convocar un referéndum y a pedir su apoyo en las urnas.
De entre las tres posibilidades que se presentaban,
continuismo franquista, ruptura democrática y reforma política, se decidió por
el último como línea centrista tendente a la reconciliación.
Las elecciones de 1977 volvieron a afianzar el proyecto del
centro aunque sin mayoría absoluta y seguido de cerca por el PSOE, teniendo a
los extremos, a derecha e izquierda a AP y PCE. Suárez volvió a utilizar la
televisión y su discurso moderado apelando a la madurez y seriedad del
electorado para que votasen por su opción, la de centro que él representaba.
En estas nuevas cortes, con 165 escaños de UCD, 118 del
PSOE, 20 PCE y 18 de AP se va a llevar a cabo el proyecto constitucional, van a
ser unas cortes constituyentes. Se nombará una comisión constitucional con
siete miembros que representan a los grupos parlamentarios, tres de UCD, uno
del PSOE, uno del PCE, uno de AP y uno de CIU.
Finalmente, la Constitución sería aprobada por una mayoría
de la sociedad española, casi el 90% de los votos, habiendo pedido el SÍ la
mayoría de partidos, especialmente UCD y PSOE.
En la elaboración de la Constitución no se puso en duda la
inclusión de la monarquía, aunque si que hubo un amplio consenso en todo lo
demás, estableciendo la Constitución las diferentes ideologías del panorama
político.
Suárez expresará los mejores calificativos a la corona, los
partidos políticos y a la sociedad, como artífices de esa Constitución.
Autor: José Luis Romero Carretero.
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