En
la actualidad existen millones de personas desplazadas. En 1913 el
número de desplazados alcanza su máximo nivel desde la II Guerra Mundial, así,
había 51 millones de desplazados en el mundo, como consecuencia de los
conflictos bélicos, la violencia generalizada y la persecución, un millón más
que los producidos por el conflicto bélico general del siglo XX. Por distintos motivos, son cuatro los países
más afectados por los desplazamientos internos de población. De mayor a menor
son Siria con 6,5 millones, Colombia con 5,3 millones, República Democrática
del Congo con 2,9 millones y Sudán con 1,8 millones.
Las reivindicaciones de cambios
democráticos de la “primavera árabe” en
algunos países como Egipto se desarrollaron de forma pacífica pero en países
como Libia y Siria dieron lugar a sendas guerras civiles con cientos de miles
de muertos y por supuesto, desplazados. En el caso de Libia se estima en
400.000 el número de desplazados según (ACNUR/UNHCR 16 enero de 2015) y Siria como el país que sufre la peor grave
crisis humanitaria de la historia reciente con más de 2.500.000 de desplazados
externos y 6.500.000 internos.
Según ACNUR “Refugiado es la palabra que
define a alguien que se ha visto obligado a abandonar su país por la guerra, la
violencia o la persecución, y las violaciones de derechos humanos.”, aunque esa
organización también ayuda a personas que se encuentran desplazadas por
desastres naturales.
Una modalidad de desplazados son los
“desplazados internos”, que tienen unas características propias. En el caso de
los desplazados que cruzan la frontera de su país de origen se convierten en
refugiados, mientras que en el caso de los desplazados internos, se trata de
personas con idénticas características que los desplazados en general pero con
el agravante de que son desplazados pero no han salido de las fronteras de su
país con todo lo que eso conlleva, el interminable círculo de persecución y
violencia y la dificultad para recibir ayuda externa.
Los migrantes, lo son, ante todo por causas
económicas, siempre con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las
personas que emigran hacia otras regiones con mayores posibilidades de empleo.
Se denomina movimiento migratorio al desplazamiento de residencia, de los
individuos desde un lugar de origen o lugar de partida, a un lugar de destino o
lugar de llegada. La migración es todo cambio permanente de lugar de
residencia. Puesto que la causa principal de la migración es económica, la
existencia de desigualdades entre países o entre regiones dentro del mismo
país, esa desigualdad económica es el motor principal para las migraciones.
Los movimientos migratorios durante los siglos
XIX y XX configuraron definitivamente la ocupación del planeta. En ese momento
se van a afianzar los “países nuevos”, Canadá, EEUU, Sudáfrica, Argentina,
Brasil, etc. Y además tendrán una característica principal que será la
homogeneidad europea de su población. Entre 1800 y 1924 abandonaron el
continente europeo alrededor de 60 millones de personas, las causas fueron las
transformaciones en el campo y las primeras crisis capitalistas en Europa.
Los refugiados ante la imposibilidad de
volver a sus países de origen terminan por convertirse en exiliados. Esto es lo
que ocurre después de la violencia, la persecución, la huida y el
establecimiento en un país distinto al suyo y el conflicto deja de tener
interés para los medios de información. Durante los largos años de exilio, los
refugiados deben padecer las más calamitosas situaciones de violencia, miseria
e incluso prostitución o violaciones en el caso de las mujeres.
Especial consideración debe darse a los niños
que nacen en esa situación de refugiados, en muchos casos, en campos de
concentración. Estos niños van a sufrir doblemente el exilio, a todos esos
padecimientos se une la falta de una formación adecuada e incluso si se diera
la condición más favorable que sería la vuelta a sus países de origen, éstos
niños serían y se considerarían a si mismos como extranjeros.
Los problemas derivados de los conflictos
bélicos llevan a estas situaciones mientras que los organismos internacionales
son incapaces de hacer frente a esos conflictos cargados de intereses
económicos y a los que sólo pueden atender de forma subsidiaria y muy
deficitaria en forma de ayudas que nunca llegan a cubrir los objetivos básicos
y se quedan muy alejados de llegar a la totalidad de los refugiados.
Evidentemente, la diferencia con respecto a
los migrantes es bastante grande, ya que estos, como ya se ha dicho, siempre lo
son por causas económicas y aunque estas pueden llegar a ser insoportables en
los países o regiones de origen de estos movimientos migratorios, siempre son
menos traumáticos debido a que no ha existido una violencia de origen y no ha
habido sucesos trágicos y violentos con respecto a familiares o amigos.
Además de lo dicho, dentro de la emigración
existen muchas diferencias, aunque las causas sean principalmente económicas,
no siempre los emigrantes parten de una misma situación. Estas situaciones
pueden ir desde la pobreza absoluta de emigrantes de algunos países de África y
Asia que no tienen ni medios materiales ni tampoco una formación académica ni
profesional hasta la emigración de países desarrollados en la que la pobreza no
es extrema y los emigrantes pueden llegar a tener una cualificación profesional
y una formación académica elevadas.
Autor: José Luis Romero Carretero
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